Aguas Argentinas no quiere respetar el porcentaje que ya se había acordado en una audiencia pública en junio del 2000, en donde se estableció que el incremento sea del 4% en el 2001, y de porcentajes iguales en el 2002 y 2003.

Voceros de la empresa concesionaria aseguran que ese porcentaje de incremento en las tarifas, no será suficiente para la magnitud del plan de obras que necesitan realizar. En Aguas Argentinas quieren que el aumento que pagues, ronde el 15% para los próximos tres años.

Los argumentos de la empresa es que deberá invertir u$1.100 millones durante el próximo quinquenio en obras de ampliación y mejora del servicio en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. De acuerdo con el plan que elaboró la compañía, hasta el 2003 se realizarán obras que permitirán incorporar unos 846.000 habitantes a los servicios de agua potable y 995.000 a los de cloacas.

En realidad, la empresa debería decir que esa inversión no la hace Aguas Argentinas sino que la financiamos todos los ciudadanos con el incremento de tarifas. Pero, además el Gobierno no puede pretender que nuevamente seas vos el que tenga que sacar plata de su bolsillo para financiar esta clase de obras.

¿Porqué el Gobierno no tiene un fondo dentro del presupuesto para financiar obras de este tipo, en vez de insistir en mantener estructuras inútiles como la Biblioteca del Congreso de la Nación y organismos que para lo único que sirven es para engrosar la maquinaria burocrática? ¿Porqué la opción es siempre aumentarte a vos y ni siquiera se discute la reducción de impuestos que se cobra a las empresas de servicios públicos para que, con ese ahorro, realicen las obras pendientes?

En definitiva, los ciudadanos siempre quedamos supeditados a la negociación de un funcionario de turno que en la mayoría de los casos no representa las necesidades de los que lo votaron. Muchas veces porque ni siquiera conoce la realidad de la gente a la que supuestamente representa.

Según el primer contrato de la privatización, Aguas Argentinas tenía inversiones obligatorias para cada año de concesión . Cuando María Julia Alsogaray presidía la Secretaría de Recursos Naturales, se cambió ese criterio- ahora toda nueva inversión debe ser acompañada por un ajuste en las tarifas.

De esta manera sos vos el que siempre tiene que sacar de su bolsillo para arreglar cualquier problema que tenga el gobierno, ya sea por el desequilibrio de sus cuentas o para evitar conflictos con las empresas concesionarias de servicios públicos.

Te recuerdo que una de las promesas del gobierno de la Alianza justamente era renegociar todos los contratos de las empresas para que vos pagues menos . Según un estudio hecho por el IERAL, desde el ´96 el costo de los servicios públicos ha aumentado un 30%, mientras que los precios de los bienes y los servicios privados bajaron y la Argentina casi no creció.

Durante este año ya tuviste que pagar un incremento en la tarifa del gas del 3,29% por un acuerdo entre el Gobierno con las empresas transportadoras y distribuidoras de ese combustible. Y un alza del 1,75% para las industrias.

Así mismo, desde el 1 de enero de este año, el peaje para circular por la autopista Panamericana aumentó 30 centavos más, por lo que pasó de $1,40 a $1,70. Mientras que la suba en el acceso Norte fue de 20 centavos en los peajes de Pilar y Campana.

Y si no fuera por el movimiento de las agrupaciones que representan a los consumidores hoy también estarías pagando el aumento en el transporte que, por ahora, está frenado (ver nota - Marcha atrás en el aumento en las tarifas del transporte).

El principal problema es que como sos un usuario cautivo de los servicios monopólicos, no te queda otra que pagar aunque no estés de acuerdo y la medida te parezca injusta. Por eso, los consumidores en muchos casos, quedamos indefensos frente a las renegociaciones de los contratos.

Pero, la solución no pasa por cambiar las reglas de juego para generar mayor inseguridad jurídica, sino de buscar caminos alternativos para lograr una rebaja en las tarifas. Crear un ambiente de inseguridad jurídica donde se alteran las regulaciones (plazos de concesiones, cambios tarifarios) necesariamente redunda en menor inversión en el mediano plazo.

El punto es que hay vías alternativas para solucionar este problema si existe realmente voluntad política. Por un lado, facilitando la entrada de nuevos competidores, limitando los comportamientos monopólicos y desregulando mercados de competencia. Y por otro, reduciendo el elevado componente impositivo que tienen las tarifas de los servicios.