La medida que Macri se resistía a tomar

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El presidente tenía hace una semana la opción de restringir la compra de dólares pero no la aceptó. Los últimos días en los mercados hicieron que tomara la decisión final.

El presidente

Finalmente el presiente Mauricio Macri tuvo que resignarse frente a la adversidad y adoptar una medida a la que se resistió tenazmente hasta fines de esta semana: establecer un control de cambios (aunque la gente lo asocia con el cepo).

Uno de los factores que contribuyeron a que Macri llegara al gobierno fue justamente levantar el cepo que existía al final del mandato Cristina Fernández de Kirchner que impedía la compra dólares. Es más, casi una de las consignas hasta ahora era recordar “al abuelito que quería comprarle dólares al nieto” criticado públicamente por la expresidenta.

La semana pasada, antes de anunciar el reperfilamiento de la deuda de corto plazo, miembros del gobierno le acercaron al presidente la propuesta de establecer control de cambios, iniciativa que fue rechazada por Macri.

Uno de los temas que hizo ruido en los mercados fue la decisión de prorrogar pagos de deuda en pesos, un hecho considerado insólito ya que los países usualmente no desconocen los pasivos nominados en su propia moneda. Según comentan en fuentes oficiales, esta medida se tomó para que los particulares no “se hicieran de pesos que fueran a refugiarse en el dólar”. Bastaron solo un par de días para que el Gobierno restringiera el acceso a la divisa.

El Gobierno se vio obligado a establecer estos controles tras la pérdida de más de 13.000 millones de dólares de reservas sólo en agosto, una aceleración en los retiros de depósitos, la falta de apoyo externo y en un contexto de enfrentamiento con la oposición que sumó a los problemas económicos la incertidumbre política.

De esta manera, se conocieron hoy una batería de medidas que llegaron a sorprender a los analistas por la amplitud de los controles. Desde la Casa Rosada se atribuye responsabilidad en el empeoramiento de las condiciones cambiarias y financieras, al duro comunicado que diera a conocer el Frente de Todos tras la reunión que mantuviera con el FMI como así también a las declaraciones de Alberto Fernández al Wall Street Journal haciendo referencia a que Argentina se encuentra en un “default virtual”.

“No vamos a hacer comentarios sobre las últimas medidas para que no nos acusen de ejercer una influencia negativa”, fue la escueta respuesta del entorno más estrecho de Alberto Fernández. De ahí se concluye que si el Gobierno esperaba gestos de apoyo de la oposición, difícilmente se concreten.

Cabe recordar que si bien desde el Gobierno afirman que están en dialogo permanente con la oposición desde el Frente de Todos sostienen que el vínculo pasa simplemente por “llamados informativos”.

Restricciones

Lo fundamental de las medidas anunciadas este domingo pasa por restringir la compra de dólares a particulares y obligar a los exportadores a liquidar las divisas en plazos breves.

Las personas humanas no tendrán ninguna limitación para comprar hasta u$s 10.000 por mes y necesitarán autorización para comprar sumas mayores a ese monto. Las operaciones que superen los u$s 1.000 deberán realizarse con débito a una cuenta en pesos, ya que no podrán realizarse en efectivo.

La conducción económica aclaró que nadie está limitado para extraer dólares de sus cuentas, que no hay ningún impedimento al comercio exterior, ni restricciones sobre los viajes.

Sin embargo, no podrán realizarse transferencias de fondos de cuentas al exterior de más de 10.000 dólares por personas y por mes. En medios del mercado de cambio, se teme que esta restricción lleve a que particulares temerosos decidan retirar sus depósitos. Tal vez por esta razón es que los bancos están habilitados a extender su horario hasta las 17 horas por un mes. En fuentes del sistema bancario se comenta que las entidades han ido acopiando dólares para hacer frente a una demanda extraordinaria de retiros.

Si bien los dólares están, de concretarse estos retiros, tendrían un impacto negativo sobre las reservas del Banco Central ya que en parte están constituidas por los encajes de los depósitos en dólares.

En cuanto a los exportadores, a partir de ahora tienen que liquidar las divisas provenientes de sus ventas externas dentro de un máximo de 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque (15 días para las commodities).

Entre otras limitaciones se dispuso además que las personas jurídicas residentes necesitarán conformidad del Banco Central de la República Argentina para comprar divisas para la formación de activos externos, para la precancelación de deudas, para girar al exterior utilidades y dividendos y realizar transferencias al exterior.

También se prohíbe el acceso al mercado de cambios para el pago de deudas y otras obligaciones en moneda extranjera entre residentes. Desde ya que esta última medida está llamada a tener un impacto en el mercado inmobiliario donde las operaciones se hacen esencialmente en dólares.

Dudas

“Con estas medidas se evitará la perdida de reservas”, según evalúan en medios de la conducción económica. En tal sentido, consideran además que están dando respuesta a una de los pedidos de la oposición en cuanto a preservar las reservas del BCRA.

El efecto conjunto de las restricción a la compra de divisas y la obligación a los exportadores para que liquiden debería tender a descomprimir las tensiones en el mercado de cambios, según primeras evaluaciones de los analistas.

Sin embargo se plantean dudas en cuanto a cuál será la reacción del público. En lo inmediato mañana comenzaran a operar algunos fondos comunes de inversión y se esperan importantes retiros que podrían alimentar la demanda de divisas. En este contexto también será clave la política de intervención del Banco Central.

Fuente: ambito