Para ahorristas: opciones de inversión en tiempos complejos

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Especialistas recomiendan desde bonos corporativos y subsoberanos (provinciales y municipales) a títulos en pesos como el BOPOMO, cauciones bursátiles y alternativas que alejen del riesgo argentino.

Para ahorristas: opciones de inversión en tiempos complejos

Todos los especialistas coinciden. Es un momento complejo, marcado por la crisis económica y la coyuntura política, para definir qué inversiones llevar a cabo. Para “aconsejar” a los pequeños y medianos ahorristas, diversificar y armar carteras según el perfil de riesgo de cada interesado parecen ser las claves.

“Todo inversor que opere en la actual coyuntura local debe saber que está expuesto a una alta volatilidad, incluso en instrumentos que en condiciones normales son de bajo riesgo. Para aquellos inversores con horizonte de mediano plazo y que tengan el perfil para soportar esta alta volatilidad, que seguramente continuará hasta que se definan las elecciones, existen precios atractivos en renta variable luego de las fuertes bajas”, explicó Federico Desprats, de Intervalores, quien agregó: “Los bonos corporativos también pueden ser una opción interesante. La falta de liquidez en estas plazas puede permitir obtener rendimientos por encima del nivel de riesgo crediticio de estos emisores. Algo similar pude ocurrir en bonos subsoberanos”. En tanto, Desptras sostuvo que “existen también bonos en pesos que pueden resultar interesantes para perfiles de riesgo, como el BOPOMO, que ya cotiza a precios de ‘reperfilamiento’”. “La caución bursátil en estos tiempos es un instrumento muy útil para perfiles conservadores, permitiendo colocaciones de alta calidad crediticia y plazos cortos”, subrayó. Este instrumento funciona como un plazo fijo de corto plazo (puede ser de 1 a 120 días hábiles), a partir del cual un agente presta capital a otro, a cambio de una tasa de interés, y esta operación está respaldada por otros títulos, que quedan como garantía.

Para Rubén Pasqualli, analista de Fernández Laya, todo depende del horizonte del inversor y para cuándo vaya a necesitar el dinero. “No hay alternativas que sean extremadamente seguras. Depende a qué se le quiere ganar”, resumió, y graficó con una posibilidad conservadora: “Si el inversor está parado en dólares, puede colocarlos en una caución bursátil, que rinde un 2% anual”. “En títulos públicos, depende del horizonte de inversión, hay bonos que van a ir a la bolsa del ‘reperfilamiento’. Uno podría pensar que hay algunos bonos que quedaron afuera de ese paquete, que surgieron de reestructuraciones anteriores, por ejemplo el bono Discount”, sostuvo Pasqualli, quien agregó: “Hay un bono en pesos muy interesante, conocido como PR15, un bono que surgió de una reestructuración. Termina en dos años, pero paga renta y amortización cada tres meses”.

Para Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, la clave pasa por tener un portafolio diversificado. “La diversificación debe ser por instrumento o moneda y por país. La gran pregunta que se puede hacer de aquí en adelante y con esta visión de diversificar, es qué ofrece el mercado de capitales local”, analizó. Para inversores con menos tolerancia a los riesgos, Martínez Burzaco recomendó las Cedear: “Son instrumentos que permiten posicionarte en activos extranjeros en pesos argentinos y te permiten cubrirte de la volatilidad. Después hay algunos fondos comunes de inversión que invierten en bonos latinoamericanos, si bien el retorno es bajo, es un instrumento que complementa la estrategia de diversificación. Permite alejarte del riesgo argentino”.

El analista Marcos Mastrángelo coincide en que todo depende del perfil de riesgo de cada inversor. “Dentro de los bonos en dólares, el bono Centenario, que vence en 2117, creo que tiene bastante buena protección porque está con legislación americana, y tiene algunas cláusulas particulares que lo protegen bastante”, analizó Mastrángelo, quien agregó: “Para el más agresivo, sería momento de tomar posición en acciones con una visión de mediano plazo, porque los valores son muy bajos. Puede ser de servicios públicos o de telecomunicaciones, que están a precios muy bajos contra sus activos”.

Fuente: ambito