La semana pasada, Luciano Castro estuvo en boca de todos tras la viralización de unas imágenes de su intimidad. El actor aparecía completamente desnudo en dos fotos y, el viernes, circularon más postales y hasta un video.
En la grabación se podían leer los supuestos chats que el galán intercambiaba con otra mujer. “¿Pasás o qué?”, le decía la usuaria de Instagram. “El video y con cara. Y ahí te paso todo de una”, respondía Castro.
En otro cruce de mensajes, una mujer le consultaba: “¿Dónde podés? ¿En cualquier lado?”. Y Luciano le preguntaba cómo hacer para filmar. “¿Pero acá cuál es la función grabar?”. “Tenés que mantener el círculo apretado. ¿Pudiste?”, completaba la usuaria: el siguiente intercambio era el video del actor.
Cuando estalló la noticia, la primera reacción de Sabrina Rojas fue apelar al humor y minimizar lo polémica. “A todos los que me preguntan si vi las fotos de mi marido mostrando sus ¿dotes? ¿talento? Sí, claro que las vi, hace mucho”, comenzó la actriz, en el posteo que compartió en sus historias y que acompañó de emojis de caritas babeándose.
“Y solo tengo para decir GRACIA DIO por dejarme comer semejante lomo hace diez años. Alabado sea Castro”, completó restándole importancia a la viralización de las imágenes y agregando nuevamente emojis de aplausos y de manos alabando al cielo.
Sin embargo, ante la viralización del nuevo material que confirmaría que el intercambio fue con otra u otras mujeres, Rojas cambió el tono de su discurso. “Si llega a tu celular, no lo compartas”, clamó la actriz en un nuevo posteo.
En medio de la enorme repercusión, una seguidora le escribió a Ángel de Brito. “¿No serán estas fotos lo que Sabrina vio en el verano, las fotos en algún chat del celular de Luciano?”, le preguntó la mujer al periodista. Y la respuesta fue más que elocuente: un emoji guiñando el ojo.
La usuaria hacía referencia al escándalo que el matrimonio vivió en diciembre pasado cuando se publicaron fuertes mensajes en las historias de Instagram de Sabrina. «Por fin me voy a librar. Te voy a sacar la careta. Te respeté mucho tiempo. Lloré y callé”, comenzaba la primera publicación.
“Lamento todo lo que va a suceder después, no por vos, sino por toda la gente que realmente te quiere y por todos los que creen que sos una gran persona, sobre todo tres que te ‘admiran’. Pero al psicópata, violento, drogadicto, y puedo seguir, alguien lo tiene que parar», cerraba.
Luego, y haciendo alusión a la frase que utilizó Thelma Fardin en su denuncia por violación a Juan Darthés, Rojas agregó: «Mirá cómo me pongo». Y concluyó: «Por suerte tengo testigos».
Minutos más tarde, Sabrina escribió en Instagram: «Gracias a todas las personas que se están preocupando, me explota el teléfono. No suelo estar despierta a esta hora, pero tanto a Luciano como a mí nos hackearon las cuentas», explicó la actriz desde Mar del Plata, ciudad a la que fue a recibir la Navidad con Castro y sus hijos. Además, el mismo día que apareció el falso descargo de Sabrina, en la cuenta personal del actor publicaron un misterioso chat, con una mujer.
