Ningún refugio quería ayudarla y mucho menos alguien adoptarla, solo porque le faltaba un ojo.
¿Cuánto agradecerías a alguien que te rescata y salva tu vida? Es difícil imaginárselo, pero para los perritos es algo bastante común. Son abandonados cuando alguien ya no los quiere y adoptados en una segunda chance para ser felices. No importa cuánto daño reciban, los animales SIEMPRE agradecen infinitamente una nueva oportunidad, el amor y un hogar.
Esta linda perrita fue adoptada por una voluntaria de un centro de rescate, en Georgia. El agradecimiento del animal fue tanto, que no pudo dejar de abrazarla. Al fin se sentía cómoda, querida y en brazos de un buen ser humano.
Pero todo comenzó de otra manera, ella no iba a ser adoptada, hasta que Lia la vio. Fue al refugio Augusta Animal Services pensando en rescatar a un pitbull, pero cuando conoció a Penny, quiso ayudarla y no dejarla ahí.
Es una joven de un año de edad, mezcla de raza corgi y extremadamente agradecida.
La pequeña perrita tenía un ojo herido y ningún centro quiso ayudarla, muchos menos alguna persona adoptarla.
“Cuando la vi, me rompió el corazón porque estaba muy asustada y no muy receptiva. Estaba nerviosa. Ni siquiera quería mirarme el primer día. Ella solo se encogió”.
Comentó Lia a The Dodo.
Y es que los animales maltratados pierden la confianza, sienten miedo constantemente y cuesta mucho recuperarlos. Hay un sólo antídoto para curarlos: amor, exactamente lo que Lia le ofreció.
Lia tomó a ambos perros y partió en su auto, camino a encontrarse con otra voluntaria. Estaba en eso cuando su celular sonó, era la familia de Peety, el pitbull. Por cuestiones de papeleo, tuvo que dejar allí a la perrita Penny también, pero le prometió volver por ella.
El pibull regresó con su familia, pero Penny seguía ahí, sola y sin esperanzas de una adopción. Lia partió al día siguiente y cuando la perrita la vio, su actitud era otra: ahora era amorosa y ya sentía confianza con ella. Lía había cumplido su palabra.
“Solo quería abrazarme. Ella incluso movió su cola. Y yo dije: ‘Oh, sí, soy yo, te acuerdas de mí’”.
Comentó Lía a The Dodo.
Durante el camino Penny no se despegó de Lia, todo el rato abrazándola y sobre su pecho. Le agradecería eternamente por salvarle la vida y darle una nueva oportunidad.