Todo tendría que ver con la capacidad de esas pequeñas caras amarillas de expresar emoción.
En su eterno afán por conocer la desconocido y descifrar lo indescifrable, la ciencia ha dedicado tiempo, trabajo y recursos para comprobar prácticamente todo. A ratos parecería que basta con tener una duda, armar una presentación atractiva, mostrársela a la ciencia y listo, al menos habrá un 20% de posibilidades de que se intriguen y decidan hacer lo que mejor saben: usar a un grupo de estudiantes universitarios hambrientos y/o confundidos como conejillos de indias para sus estudios. Nunca se cansarán de probar cosas e intentar mandar teorías abajo.
El tema de las conductas sociales, especialmente los que tienen que ver con las relaciones humanas, es una de las áreas que más fascina a esta gente que disfruta vistiendo batas de laboratorio. Lo poco medibles que son por medios tradicionales los vuelve lo bastante extraños como para ser atractivos, al mismo tiempo que lo cercanos que son en muchos casos, les da un toque de misterio con el que todos pueden identificarse.
El más reciente de sus resultados, es uno que tiene muchísimo que ver con la generación que hoy está comenzando a recibir el título de la generación adulta, los millenials. Particularmente relacionado con cómo la tecnología se ha metido en nuestras vidas, el mundo que los millenials estamos creando es uno que puede llegar a parecer imposible de reconocer para nuestros mayores.
Una de las áreas que más ha cambiado, es el de las relaciones personales. La médula del asunto sigue siendo la misma, pero todo lo que la rodea, el mundo de las citas y comenzar a conocerse, es muy distinto a cómo era hace unos años antes.
Pero el tema puntual del estudio, es uno que nunca va a terminar de hacerle sentido a nuestros padres. Investigadores del instituto Kinsey realizaron un estudio con más de 5 mil participantes, sobre un tema en particular: el uso de emojis en el mundo de las citas y el cortejo.
Los resultados no pudieron ser más claros: las personas que recurren a las caritas redondas de color amarillo, tienen más posibilidades de terminar saltando a la cama junto a quienes invitaron a salir.
Descubrimos que el uso de emojis permitía a quienes salen en citas la capacidad de comunicar información afectiva muy importante para sus potenciales parejas, las que facilitan las conexiones íntimas junto con mayores posibilidades de encuentros románticos.
–Amanda N. Gesselman y otros para Plos Journal.
Para la próxima vez que dudes entre adornar tus mensajes con emojis, piensa que no son tan infantiles como parecen.
